Bueno, este es un cuento del Nobel Colombiano Gabriel García Marquez, hace parte de la obra Doce Cuentos Peregrinos, es el primero de los doce. No sé por qué motivo se me dio por empezar en orden... La verdad, pensaba iniciar con el más corto... Por cuestiones de comodidad, pero no fue así. Cuando quise caer en la cuenta, ya iba en la parte mas interesante del cuento. Cuento que trata de un presidente, un presidente del Caribe que fue derrocado por un Golpe Militar y termina exiliado en la Isla de Martinica, con la ayuda de su amigo Aimé Césaire, un poeta... Cuenta parte de las vivencias junto a su esposa, quien era 14 años mayor que él, y murió hace unos años. El verdadero sabor a la historia se lo dan Homero Rey de las Casas y su esposa Lázara. El uno amante entrañable de las ideologías que representaba el presidente, partidario y compatriota (aunque se menciona el país). Y Lázara, una mujer de San Juan de Puerto Rico que vivió "entre los escándalos de la prensa enemiga, en una casa de enemigos donde fue niñera", consideraba que el Presidente era un tacaño, que se había hecho millonario con el oro del país. Ella no lo soporta, solo ve como un cliente potencial para venderle un plan exequial que traerá unos pesos más a la casa. Pero Homero, Homero lo ve con los ojos con los que un niño ve a su héroe, aún más, cuando él mismo se encuentra exiliado por hacer parte de las protestas luego del Golpe al Presidente.
Hay una frase que me dejó impactada, y que quizás dice más de la propia ideología del autor que de la personalidad del presidente. "No lo dude mi querido amigo, lo peor que pudo pasarle a nuestro país es que yo fuera presidente". Personalmente, soy de las que creo que los mandatarios son buenos, hasta que tienen que empezar a mandar. El Socialismo no es malo como filosofía, los dirigentes Socialistas son los que han sido malos al corromper la ideología y transformarla en una manera de crear riqueza personal.
Pero bueno, estamos hablando del cuento, y de lo que me gustó, voy a traer a colación otra frase, esta la menciona el Presidente cuando habla de las cartas de sus antiguos partidarios invitándolo a regresar: "Pero nunca volví a abrir una carta-dijo-. Nunca, desde que descubrí que hasta las más urgentes eran menos urgentes una semana después, y que a los dos meses no se acordaba de ellas ni el que las había escrito." Creo que esto es algo que les pasa a las personalidades que en su momento fueron de auge y ahora no lo son tanto... Quizás hasta pudo haberle pasado al mismo Gabo, ¿por qué no? Claro, el cuento fue escrito hace muchos años, no sabemos si quizás era algo que presentía podía pasarle. Bueno, esto si son conjuros míos... Quizás si se entera Gabriel, hasta me jala las orejas.
Pero mientras eso sucede solo en mis mejores sueños... Sigamos hablando del cuento... El Presidente decide someterse a una cirugía riesgosa, costosa y que en el fondo, no es garantía de poder ser la cura para un dolor insufrible que ningún médico ha podido ubicar, hasta ahora... Y es entonces cuando Lázara empieza a cambiar un poco la visión que tiene del Presidente porque realmente es pobre, y les pide a ella y su marido que lo ayuden a vender unas pertenencias, las únicas que quedan... Y ahí aparece el nombre de mi patria "Colombia". "El Presidente le explicó (a Homero) que eran las prendas de su esposa heredadas de una abuela colonial que a su vez había heredado un paquete de acciones en minas de oro en Colombia". Suena tan ajeno... Como si fuera lejano... Como si la esposa, y a su vez la abuela, solo tuvieran de ese país, fueran las acciones en minas de oro. Bueno, al menos apareció...
Después de la operación Lázara, que se había vuelto más comprensiva y Homero que había entendido que perdió a un cliente para sus planes exequiales, lo cuidaron atentamente en su hogar. El Presidente, en contra de lo que le recomendaron decidió partir, sus cuidadores lo acompañaron, y al regresar a casa encontraron sobre la mesa las últimas prendas que le quedaban al Presidente: los anillos de bodas para Bárbara y la leontina con el reloj de oro para Lázaro (ambos hijos de la pareja). Esas, precisamente fueron las prendas que Lázara no quiso que el Presidente vendiera para completar lo de su operación, y ahora, le recompensaban todo lo que había hecho. Luego de un tiempo recibieron una carta del Presidente diciendo que el dolor no había desaparecido y que ahora, a sus 75 años, "se sentía tentado de volver a su país para ponerse al frente de un movimiento renovador, por una causa justa y una patria digna, aunque solo fuera por la gloria mezquina de no morir de viejo en su cama."
Creo que el nombre del Presidente nunca es revelado porque puede ser cualquiera, o es una mezcla de todos. El nombre del país tampoco porque Latinoamérica es una serie de países que luchan por creerse independientes sin darse cuenta que como unidad son más ricos que cualquier otro país o unidad del mundo. Sin embargo, en muchas de las palabras del Presidente se siente la nostalgia de un exiliado que puede ser un bailarín, un escritor... Cualquiera que por defender sus ideologías, hubiera dejado la tierra que le enseñó precisamente, a parir esos pensamientos.
Espero que les haya gustado, que dejen sus comentarios, que compartan. No pretendo hacer un resumen, de esos hay muchos... Solo quería dar mi opinión. Eso sí, quisiera pensar que se trata de Salvador Allende... O bueno, que si él hubiera sobrevivido, habría sido como lo cuenta Gabo. Claro, todo eso tiene que ver con el libro de Isabel Allende que me encantó: La casa de los Espíritus.
muchas muchas gracias
ResponderBorrarAJAJAAJA JA JBUENO ES VERDAD
BorrarNesesito La Epoca Referente A Cada Uno De Los Libros Por Faaaaaaa
ResponderBorrarGRACIAS AMIGO QUERIDO
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