Ya hemos hablado en anteriores entradas de la incapacidad de Emma para manejar los sentimientos. Pero si hay algo que realmente la ponía fuera de sí era la monotonía. Así que Emma huía de todo aquello que pudiera parecerle monótono o aburridor a largo plazo: como las relaciones estables.
Pero hacía más de un aó Emma venía teniendo esta relación con David, quien era un hombre un poco diferente a lo que físicamente a ella le llamaba la atención, pues era bajo y a ella la derretían lo altos. De ojos oscuros, pero su debilidad eran los ojos claros. En cuanto a personalidad, ahí si lo tenía todo. Ese hombre no conocía el significado de la palabra celos. Y cuando ella sentía la verdadera necesidad de estar sola. Él no sólo lo notaba,sino que no la juzgaba, no la presionaba, simplemente le decía: Mi abuela me dijo que fuera a la finca el fin de semana, debo encargarme de unos asuntos pendientes. Y ella, dándole gracias a Dios por la idea de la abuela, lo miraba comprensivamente y decía: no te preocupes, yo aprovecharé ese tiempo para hacer las cosas que me gusta hacer sola. Pero en el fondo ella sabía que todo era un ardid para no hacerle creer que la consentía, que la quería tanto que prefería darle tiempo a solas antes de que ella lo alejara bruscamente, quizás para siempre.
Ese era el hombre que ella había soñado: no le gustaba el teatro, pero sabía que a ella si. Así que cuando había una obra, conseguía las boletas y de una manera muy sutil se lo hacía saber. A veces la acompañaba y otras, simplemente le concedía el placer de convertirlo en una actividad con sus "amigos". Ella hacía cosas muy similares por él, como la vez del partido del Fútbol de su equipo favorito. Ella no solo consiguió las entradas sino que además, le dio una camiseta original. Especial para ese día.
En un año pasan muchas cosas. Y así fue como Emma, quien sabía que la suerte nunca estaba a su favor ni siquiera cuando rifaban una deuda. Un día, simplemente, decidió que la jugaría el todo por el todo.. Y decidió comprar la Lotto. Era una de esas loterías en las que tienes que adivinar 6 números de un total de 36. Eligió los 6 números que le brindaron una sensación de "simetría", de belleza. Y se fue a dormir. Al siguiente día, cuando se acordó, revisó y se encontró con la mejor sorpresa de su vida: Había ganado La Lotto. Pero no el premio mayor, sino uno de los otros premios. El suficiente dinero para cumplir uno de sus sueños. Tener un apartamento. Y amoblarlo aunque fuera con los aparatos básicos. Así que gastando tiempo visitando, buscando, llevando documentos, corrigiendo. Logró conseguir uno, cuando estaba todo listo. Emma tenía pensando mudarse hasta ese día. Ese que parecía ser un nefasto día para su relación con David. Aprovechando que ese día el debía trabajar cerca de su oficina, la visitó y entre muchas cosas, hablaron de lo siguiente:
-Emma, me gustaría ayudar con lo de la decoración del apartamento.
-¿Y eso por qué?- Inquirió Emma confundida
-Pues, quiero sentirme a gusto con el sitio en el que viviremos.
Emma, que no terminaba, o no quería terminar de entender lo que David decía, replicó: ¿Viviremos?
-Si. Creo que ya es justo que demos ese paso. Obviamente habrá detalles económicos que tendremos que definir...y........
A partir de ahí, Emma no entendía nada. Sentía que daba vueltas, todo giraba al rededor y la voz de David cada vez se hacía más lejana, más confusa. Y ella quería salir corriendo a vomitar. Cuando pensaba hacerlo, David la interrumpió:
-Piensa en lo que te he dicho y hablamos esta noche. Vamos a cenar, a tu restaurante favorito y acordamos.
-Si...si...Claro.
Así que David se despidió de ella y de sus compañeros de trabajo. Mientras Emma aún estaba aturdida, sus compañeros se acercaron..
-Emma, ¿qué es eso tan serio e importante que hablabas con David?-Preguntó Diego.
-Quiero mudarse conmigo. Al apartamento nuevo.
-¡Qué buena idea, Emma! ¿Qué le dirás?- Dijo entusiasmada Mónica, que sabía de los temores que Emma sufría a la hora manejar las relaciones sentimentales. Y en el fondo, se sentía feliz ante la idea de ver que su amorosa Jefe, podía armar una familia.
Emma, aún en otro mundo, sin mirar a nadie, respondió desde la distancia:
-Que soy les, me acabo de dar cuenta.
Todos los demás se miraron extrañados, confundidos, pero especialmente avergonzados pues pensaban que era una respuesta solo para dejarles claro que lo que ella hiciera con su vida, no era de incumbencia de nadie más. Pero no era así. Emma estaba realmente aturdida por toda esa situación. Era la primera vez que quería decir que si, pero sentía como si en su interior algo le ahogara la voz. Así que fue al baño. Se miró al espejo, tomó un vaso de agua y regresó a su escritorio. Sabiendo que esa tarde, debía dar una respuesta que no estaba dispuesta a pensar pero que tampoco quería ignorar.
Llegada la temida hora de la cena en el restaurante favorito de Emma, ella tomó asiento, respiró profundamente y aunque lo que estaba a punto de hacer la hacía realmente vulnerable delante de David, fue directa y clara:
-Voy a buscar una psicóloga. No puedo mudarme contigo. Es demasiado en este momento. O en cualquiera. Yo no puedo lidiar con la presión. Y lo sabes. No sé por qué me pones en esta situación. Pero debo enfrentarlo. Algún día deberé hacerlo. Por ahora, basta decir eso.
David solo la miró y le dijo, como si lo anterior no hubiera pasado:
-Hoy quiero pedir un platillo diferente, ¿no te parece que sería una buena idea?
-Claro. Pide lo mismo para mi, por favor.
Dejó el menú en la mesa y simplemente observó la atención con la que David escudriñaba el menú buscando un plato que realmente sonará tentador para él y Emma. Ella sonrió, se sentía como una niña...Justo empezaba a darse cuenta de eso que la gente a la ligera solía llamar "amor".
-Emma, me gustaría ayudar con lo de la decoración del apartamento.
-¿Y eso por qué?- Inquirió Emma confundida
-Pues, quiero sentirme a gusto con el sitio en el que viviremos.
Emma, que no terminaba, o no quería terminar de entender lo que David decía, replicó: ¿Viviremos?
-Si. Creo que ya es justo que demos ese paso. Obviamente habrá detalles económicos que tendremos que definir...y........
A partir de ahí, Emma no entendía nada. Sentía que daba vueltas, todo giraba al rededor y la voz de David cada vez se hacía más lejana, más confusa. Y ella quería salir corriendo a vomitar. Cuando pensaba hacerlo, David la interrumpió:
-Piensa en lo que te he dicho y hablamos esta noche. Vamos a cenar, a tu restaurante favorito y acordamos.
-Si...si...Claro.
Así que David se despidió de ella y de sus compañeros de trabajo. Mientras Emma aún estaba aturdida, sus compañeros se acercaron..
-Emma, ¿qué es eso tan serio e importante que hablabas con David?-Preguntó Diego.
-Quiero mudarse conmigo. Al apartamento nuevo.
-¡Qué buena idea, Emma! ¿Qué le dirás?- Dijo entusiasmada Mónica, que sabía de los temores que Emma sufría a la hora manejar las relaciones sentimentales. Y en el fondo, se sentía feliz ante la idea de ver que su amorosa Jefe, podía armar una familia.
Emma, aún en otro mundo, sin mirar a nadie, respondió desde la distancia:
-Que soy les, me acabo de dar cuenta.
Todos los demás se miraron extrañados, confundidos, pero especialmente avergonzados pues pensaban que era una respuesta solo para dejarles claro que lo que ella hiciera con su vida, no era de incumbencia de nadie más. Pero no era así. Emma estaba realmente aturdida por toda esa situación. Era la primera vez que quería decir que si, pero sentía como si en su interior algo le ahogara la voz. Así que fue al baño. Se miró al espejo, tomó un vaso de agua y regresó a su escritorio. Sabiendo que esa tarde, debía dar una respuesta que no estaba dispuesta a pensar pero que tampoco quería ignorar.
Llegada la temida hora de la cena en el restaurante favorito de Emma, ella tomó asiento, respiró profundamente y aunque lo que estaba a punto de hacer la hacía realmente vulnerable delante de David, fue directa y clara:
-Voy a buscar una psicóloga. No puedo mudarme contigo. Es demasiado en este momento. O en cualquiera. Yo no puedo lidiar con la presión. Y lo sabes. No sé por qué me pones en esta situación. Pero debo enfrentarlo. Algún día deberé hacerlo. Por ahora, basta decir eso.
David solo la miró y le dijo, como si lo anterior no hubiera pasado:
-Hoy quiero pedir un platillo diferente, ¿no te parece que sería una buena idea?
-Claro. Pide lo mismo para mi, por favor.
Dejó el menú en la mesa y simplemente observó la atención con la que David escudriñaba el menú buscando un plato que realmente sonará tentador para él y Emma. Ella sonrió, se sentía como una niña...Justo empezaba a darse cuenta de eso que la gente a la ligera solía llamar "amor".
Efectivamente,Enma acababa de recibir su primera y mayor lección. "No se puede tener todo en la vida y por supuesto, el amor, es exigencia y no se puede querer una cosa y no dar la otra" No debería de ser así pero, el amor o es "solitario" o es en pareja. Si lo eliges, en "solitario" no hay mayor problema, vivirás sólo de sueños. Pero, so lo quieres vivir en una vida real y en pareja. Tendrás que pensar que, la pareja la forman dos seres y casi siempre con distinto modo de pensar.
ResponderBorrar¡Gracias por visitarme, hermosota!
@Kilili: En un placer visitarte y aún más, es un placer saberte lector de las historias de Emma ;)
Borrar¡Uy! Al leerlo me ha entrado un escalofrío.
ResponderBorrarCreo que empieza a notarse la cercanía del 14 de febrero... esa fecha mágica. :)
Uys! se ha borrado mi comentario. :( Qué rabia. Bueno, sólo me pasaba por aquí para felicitarte por tu estilo de escritora y para darte ánimos para continuar.
ResponderBorrar¡Un saludo!
Jajaja...Si, y yo hasta me asusté porque precisamente cuando me llegó la notificación de tu comentario, estaba pensando en ti porque vi el comentario que te hicieron en la entrada del concurso de relatos =/ Dije un enredo, pero creo que me entendiste...Dí que síiiiiiii Jajajaja...Mil gracias por pasarte por acá...No sabes cuánto me animas =)...¿Estás pensando en el cuento para Colectivo Vagón?
BorrarEmma: sí Estoy ideando algo, aunque no se me ocurre nada. A ver si me doy prisa!!
BorrarLo que se me tiene que ocurrir antes es qué escribirles a los de linxpar en mi blog, que me ha dado yuyu su mensaje. ¿Qué hago? ¿Algún consejo?
Uf... les acabo de responder. Espero que no se enfaden por mi comentario. Estoy con unos nervios!!! :$
ResponderBorrarYa vi tu respuesta, creo que es normal que te sientas confundida...Si te fijas en los comentarios,si se habla de desconfianza... Pero no eres tú...Es la otra persona, ¿Recuerdas? =) En fin...Ojalá no pase a mayores este mal entendido =/
BorrarEfectivamente: yo no hable mal de nadie. (Por lo menos no era mi intenciooon!!) pero sí que alguno de los comentarios se podía malinterpretar, quizá.
BorrarAy! Ojalá se den cuenta de que no quise hacer daño a nadie.
Yo sé que si se darán cuenta...En todo caso, no estaría de más que borraras esos comentarios que dicen que no es de fiar porque no hay correos o cosas así =)
BorrarGracias por los ánimos. Me da un poco de cosa borrar comentarios. Lo pensaré, pero creo que no queda otra opción. Gracias de nuevo. :)
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